Toda la trama se desarrolla dentro de la habitación de Andrea, dónde las dos actrices explotan muy bien todos los recursos que les brinda el reducido espacio escénico y sobre todo la cercanía con el público. Esta herramienta hace que, si por un casual tu mirada se cruza con la suya, te petrifiques, dudes entre reaccionar, respirar o apartar la mirada avergonzado.

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Me encantó por muchas cosas: el que sea teatro de cerca, la intensidad de la escena, el buen hacer de las dos actrices, la carga emocional... Todo. Se la recomiendo a cualquier persona que le guste ver algo impactante y diferente.

Es un teatro muy especial no solo porque la obra me encantó sino por el conjunto, el escenario, lo especial que resulta esa cercanía entre público y actrices. Es la primera vez en la vida que voy al teatro y la autora-actriz de la obra me da las gracias. Me encanta.

Si tuviera que definir con una sola palabra la obra de teatro Grita diría: impactante. De principio a fin. Tenía miedo de respirar para no romper uno de esos fantásticos silencios que decían tanto como los diálogos. La escenografía perfecta, muy cuidada. Y la interpretación de ambas, genial.

Disfruté mucho la pequeña obra. Su brevedad no corresponde en absoluto a la intensidad con la que la viví. Confieso que en más de un momento tuve ganas de interactuar, principalmente cuando la hermana ¿loca? nos miraba, pero tal vez por timidez no me animé. No estamos acostumbrados, como público, a formar parte activa en las obras a las que asistimos.

Sutil, natural y muy contenido... Mucho subtexto y gran contención.