Sí: intersticial es una palabra muy rara. Tanto que hasta cuesta pronunciarla. Menos mal que es sencilla de entender: intersticio es el espacio que hay entre dos cuerpos. O sea, que intersticial es lo que está en ese espacio. Pero resulta que ese espacio, para que sea intersticial, tiene que ser tan pequeño que apenas lo puedas advertir. Como una grieta en la pared. Como un poro de la piel. O como esa distancia que se convierte en rendija entre los actores y el público. Porque es entre ellos, justamente en ese «entre» que los separa -pero no-, donde está el teatro.